Hoy en día estamos en una sociedad en la que los más pequeños cada vez tienen menos tiempo para poder disfrutar como hace años hacíamos los mayores cuando éramos unos niños.
Antes todos los niños nada más salir de clase, llegábamos a casa, hacíamos deberes, merienda y corriendo para el parque con el balón para poder jugar hasta que nos llamaran nuestros padres grito en boca por la ventana o por el balcón.
Nuestros padres apenas tenían tiempo de llevarnos a extraescolares, y la mayoría de niños tenía entre ceja y ceja jugar al futbol. Nos juntábamos en un parque o un lugar donde hubiera espacio suficiente para poder jugar un partido. Nada de 11 contra 11.
Éramos los que estábamos, 3 para 3, dos para dos, uno para uno… o si éramos impares, uno se ponía de portero y los demás tenían que meter gol y el que metía se ponía de portero.
Y así pasábamos las tardes y los fines de semana, jugando sin parar casi ni para beber agua. Eran partidos como los de Oliver y Benji, de 4 horas, hasta que estabas exhausto, no podías más o en el mejor de los casos, llegaban tus padres y te tenías que ir.
Y así un día tras otro. Algunos jugaban en los equipos del barrio, que eran más bien pocos y no todos jugaban porque había más donde elegir y solo eran unos pocos. Los demás jugaban en el equipo del colegio.
Antes siempre se jugaba al futbol en el patio del colegio, incluso las niñas. Aunque mayormente éramos los niños los que nos pasábamos el tiempo del recreo jugando partidos entre cursos superiores, porque ganar a los mayores era nuestro mayor tesoro.
Ahora todo ese tiempo que pasábamos dando patadas a un balón, sin supervisión alguna en la que queríamos parecernos a nuestros ídolos, se está acabando, y todo tiene un porqué.
La sociedad actual ha hecho que los niños cada vez tengan más extraescolares para tener a los niños controlados, ya que por desgracia, eso de bajar al parque a jugar solos ya no es tan simple.
Ahora todos los niños que quieren jugar, están en una escuela de futbol o un club, ya que cada vez existen más escuelas donde llevar al niño a que pueda aprender a jugar o disfrutar. Ya los niños no gambetean como antes, los niños no hacen las cosas naturales como antes, se está perdiendo el futbol de la calle.
Ya no ves a los niños montar un partido con porterías hechas por árboles y sudaderas o mochilas o incluso piedras.
Los niños cada vez están dejando de ser niños, de poder crearse a sí mismo, de poder tener libertad para crear, para disfrutar, y todo porque los mayores les quitan de jugar en la calle o de jugar en el patio del colegio.
Debemos entender que los niños son niños y necesitan crear, pensar, disfrutar sin que nadie les prohíba que hacer. Carteles como prohibido jugar al balón en las plazas, tienen que estar prohibidos, porque cada vez que veo uno me entristece.
Antes el mayor peligro era que nuestra vecina nos pinchara el balón porque lo metíamos en su balcón, o le dábamos a la ventana y bajaba y nos quitaba el balón.
Esa adrenalina no saben lo que es los niños de hoy en día. Por favor, dejemos que niños y niñas puedan tener esa infancia feliz alrededor de un balón, al igual que un día la tuvimos nosotros.
Xabier Merino
Entrenador de fútbol y creador de la página Fútbol Verdadero https://www.elfutbolverdadero.com/